Desde la época de Shakespeare, Londres ha sido una ciudad de escritores. Ya sea que hubieran nacido en la capital británica, la hubieran escogido para residir o hubieran estado sólo de paso, muchos escritores encontraron en la ciudad neblinosa la inspiración para crear sus obras más significativas. Londres es también una ciudad de museos y monumentos, y una de las posibilidades para descubrir rincones insólitos de una de las ciudades más turísticas del planeta es hacerlo recorriendo una ruta literaria que nos llevará a visitar las casas que habitaron algunos de los escritores más famosos de su literatura o incluso algunos de los personajes más reconocibles de sus obras. Sherlock Holmes en el 221B Baker StreetCuando sir Arthur Conan Doyle escribió las aventuras de su personaje de ficción más conocido, Sherlock Holmes, ubicó la vivienda del detective y su amigo Watson desde 1881 a 1904 en un número inexistente de Baker Street, por entonces una calle más corta cerca de Regent's Park. Con el tiempo, se construyeron nuevas casas y una de ellas coincidió en numeración con la de la célebre vivienda: 221B. Crear un museo en ella era inevitable, así que se ha recreado el universo holmesiano en esta pequeña casa de tres pisos en la que no se olvida ninguno de los detalles de los que se mencionan en las novelas: las pipas del detective encima de la chimenea del salón, su sillón favorito, sus jeringuillas, su habitación y hasta el laboratorio químico. En los sótanos está la tienda de recuerdos, así que uno puede salir de allí con la famosa gorra deerstalker para protegerlo de la lluvia o el sol. Virginia Woolf en el 52 de Tavistock SquareLa autora de Mrs. Dalloway y Al faro vivió entre 1924 y 1939 en esta casa (hoy parte del Tavistock Hotel) con su marido. Vivieron en los dos pisos superiores y por su relación con otros escritores del Círculo de Bloomsbury (E. M. Forster, Clive Bell, J.M.Keynes, Bertrand Russell y Ludwig Wittgenstein) la plaza tiene un significado especial para la literatura inglesa, también porque en Tavistock House en el lado este de la plaza fue donde vivió Charles Dickens entre 1851 y 1860 y donde escribió Bleak House (1853), Hard Times (1854) y A Tale Of Two Cities (1861). Shakesperare's GlobeEl teatro The Globe (El Globo) fue construido en 1599 por Peter Street. Se hallaba a orillas del río Támesis en las afueras de la ciudad de Londres, y era una circunferencia de unos 30 metros de diámetro que daba cabida a 3.351 espectadores. El año 1997 el teatro volvió a abrir sus puertas bajo el nombre de Shakespeare's Globe Theatre respetando las formas de la antigua construcción y dando la posibilidad a los espectadores de ver las obras del genial dramaturgo tal y como fueron representadas en la época isabelina. El recinto se encuentra a unos 200 metros del sitio en donde abrió sus puertas por primera vez y al igual que el original solo se exponen obras teatrales durante la estación del verano. Sigmund Freud en el 20 Maresfield GardensDespués de que tuviera que dejar su Viena natal tras la entrada de los nazis en 1938, Freud se instaló en esta casa de Hampstead, que siguió siendo la residencia de su hija Anna Freud hasta que ésta murió en 1982. Se ha mantenido la biblioteca y especialmente el despacho de Freud tal y como éste lo utilizó hasta su muerte, por lo que penetrar en la sala es como hacerlo en la mente del inventor del psicoanálisis. Charles Dickens en el 48 Doughty StreetDickens vivió en esta casa sólo durante dos años, de 1837 a 1839, pero siendo ésta la única casa que permanece en Londres de las muchas en las que vivió el genial escritor, se ha mantenido como un museo y alberga el Charles Dickens Museum (desde 1925). En ella escribió The Pickwick Papers, Oliver Twist, Nicholas Nickleby, y Barnaby Rudge. Se muestran algunos de sus papeles originales, muebles de su habitación y muchos documentos de la época, como algunas entradas a las numerosas conferencias que hizo por América. Categorías Todos
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Encuentra aquello que consiga que te olvides de comer y de dormir y de beber. Y entonces hazlo hasta que te mueras de sed
Ámala siempre libre es una recopilación de poemas de Atticus. El libro está dividido en tres partes: Ámala. Siempre. Libre. En conjunto, el libro es un regalo para la vista. Una edición en blanco y negro, llena de imágenes e ilustraciones de lo más cuidadas en su interior. Fotografías que acompañan al lector a lo largo de este viaje por la poesía urbana y las palabras de este (des)conocido poeta.
ámalaDeseo estar con alguien que sueñe hacerlo todo en la vida y nada en una tarde lluviosa de domingo
Ámala, love en su versión original, es sin duda un homenaje al amor, a lo que significa amar, a los miedos y a la valentía que suscita estar enamorado. Páginas con una sola frase, poemas generalmente pequeños y simples, pero que nos inundan con una fuerza bestial. Frases con las que sentirnos identificados y vernos reflejados entre los renglones.
Palabras que nos abrazan y se cuelan entre nuestra piel para llegar hasta lo más dentro de nuestro corazón y darnos un pinchazo de electricidad que hará que nuestro cuerpo se estremezca. Las palabras de Atticus, sin duda tocan la fibra sensible de los lectores.
siempreSe sentó en su casa perfecta, con su marido perfecto deseando que esa vida perfecta acabara de una maldita vez
(Siempre) es una recopilación de poemas dedicados a la mujer y al feminismo. Entre las líneas de esta segunda parte encontramos versos del dolor de las mujeres, de la pérdida, de la alegría, de la libertad y de la pasión. Es un grito de angustia y de realidad. Pequeños retazos de la vida de muchas mujeres.
libreUn cenicero con una buena historia hace que un cigarro sepa a gloria
Libre es el éxtasis final de este escueto libro. La parte más creativa de esta recopilación de poemas. En libre encontramos y nos reconciliamos con la alegría de la vida, las risas y las carcajadas. Dejamos atrás el dolor para adentrarnos en lo salvaje de la emoción. Con frases de motivación y mini historias de apenas unas palabras, Atticus nos transporta a un lugar idílico donde poder disfrutar de las energías positivas. Un final que nos deja un buen sabor de boca y con una gran sonrisa en la cara. En libre ya no dependemos del amor. Libre es el autocrecimiento. Con esta última parte, Atticus, nos transmite la confianza en uno mismo, la madurez y la ilusión por no perder la esperanza. No importa el dolor, el desamor o la tristeza. Siempre vendrán tiempos mejores.
Ámala (Siempre) Libre es un libro precioso con frases sencillas que aunque simples alcanzan al lector y le dejan sin aliento por unos segundos. Aun así, la sensación tras colocar el libro en la estantería es un poco de vacío existencial. Un libro bien encajado y maquetado que invita al lector a perderse entre sus palabras e imágenes. Sin duda, un libro fácil de leer, de comprender y sobre todo, fácil sentir.
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