Esta obra ha sido catalogada en muchos portales dedicados a reseñas literarias como el cierre perfecto a la Trilogía de Baztán. Con Ofrenda a la tormenta, Dolores Redondo logra enlazar prodigiosamente los crímenes de El guardián invisible y Legado en huesos. La autora da, brillantemente, una resolución definitiva de toda la trama de misterio, horror y mitología acaecida en el Valle del Baztán.
Igualmente, la inspectora Amaia Salazar es mostrada con todos sus defectos y virtudes, sin atenuantes. Dolores Redondo culmina la evolución de todos los personajes importantes de la trilogía de una manera muy excelsa. Este trato dado a cada integrante de la trama por parte de la autora, es digno de elogiar. La escritora conoce a fondo cada matiz, cada pensamiento y comportamiento de los seres que creo, al punto de hacerlos creíbles y palpables. Esto ocurre un mes después desde los acontecimientos de Legado en huesos. Amaia continúa sospechando de que Rosario (una de las conspiradoras del segundo volumen de la trilogía) sigue con vida. Todo esto a pesar de que el juez Markina y su esposo aseguran que murió en la tormenta. La acción comienza cuando Berasategui (el asesino que se hizo pasar por Tarttalo) muere sin motivo aparente en su celda. Salazar investiga las muertes de varios bebés humanos atribuidas al demonio Inguma. Este ser es un ente que inmoviliza a bebés durmientes y les succiona la vida a través del aliento. No obstante, al igual que en las primeras dos entregas, el origen de las misteriosas muertes es una persona de carne y hueso. No obstante, la forma tan magistral en la que Dolores Redondo narra la trama hace dudar a cualquier lector. Ella, fácilmente, llega a convencer a más de uno de que existe dicha entidad demoniaca. La resolución del caso llevará a Salazar por un camino lleno de sobresaltos, mientras se muestra el lado más carnal y humano de la protagonista. Al momento de descubrir la identidad inesperada que causó el surgimiento de los horrores del Valle del Baztán, muchos lectores ya tienen bastante claro al sospechoso principal. El final de la trilogía deja a algunas personas decepcionadas con la protagonista a causa de su desliz amoroso. Aun así, para los lectores resulta casi imposible no sentir empatía por ella. Dolores Redondo insinuó en una entrevista concedida a una televisora local durante 2016 que Amaia Salazar podría volver en el futuro. La escritora comentó: “Aunque no tan pronto como algunos quisieran”. Nos tocará esperar, ansiosos, el retorno de este espectacular y humano personaje.
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El segundo volumen de la Trilogía de Baztán (2013) es una mezcla desconcertante entre la belleza genuina y la crueldad. La obra nos presenta la dualidad de una madre primeriza y su dulzura, a la par de la inmensa ferocidad alcanzable por los seres humanos cuando son dominados por la maldad y la codicia.
Esta combinación puede llegar a puntos estresantes —hasta perturbadores— en los lectores sensibles, debido al ritmo frenético creado por la escritora Dolores Redondo. Por supuesto, no faltan las situaciones misteriosas sin explicación lógica aparente, pues las respuestas apuntan hacia nuevos relatos de mitología vasca. Vale la pena acotar que el manejo de estas historias populares por parte de la escritora denota una investigación profunda y una entrega total a su trabajo. Todos estos elementos convierten a Legado en huesos en un libro bastante adictivo, a pesar del cansancio transmitido por la inspectora Amaia Salazar y la prisa implícita necesaria para avanzar las investigaciones. Esta premura entra directamente en contradicción con los problemas de maternidad de la protagonista, a quién se le consigue una vez más recordando acontecimientos importantes de su pasado. Las imágenes evocadas aportan algunas luces sobre el comportamiento no explicado del padre de Amaia en El guardián invisible, esto aliviará a los lectores más detallistas. En Legado en huesos de confirma una confluencia de energías y entes sobrenaturales en torno a la vida de la inspectora. Después de todo, desde el comienzo de la trilogía la magia es un elemento común de la narración. Aunque su desenlace puede dejar a más de un lector descolocado (porque el personaje clave no se menciona directamente hasta las últimas páginas del libro), vale la pena leerlo, es, simplemente, una obra de arte. Tras resolver un año antes las espantosas muertes del caso Basajaun, la inspectora Amaia Salazar comparece embarazada al juicio del culpable, Jason Medina, con el fin de aportar sus pruebas y testimonio. Pero esto nunca se produce. El juicio se suspende debido al suicidio de Medina en los baños del juzgado, dejando una nota para la Salazar con la inscripción “Tarttalo”, una leyenda que desencadena una nueva trama de asesinatos y terror en el Valle del Baztán. Se trata de una figura mitológica similar a un cíclope que encubre a un psicópata sanguinario, caníbal e insaciable. A continuación, se encuentra relación entre el suicidio de Medina con otros casos de suicidio de maridos feminicidas que amputaron los brazos de sus esposas asesinadas. Al mismo tiempo, Salazar y sus colaboradores deberán investigar unas extrañas profanaciones de tumbas y rituales extraños con huesos de bebés ocurridos en la iglesia de Arizkun. Estas cruentas imágenes se repiten a lo largo de la trama. La escritora las colocó de forma meticulosa para impactar en el momento justo al lector y dejarlo pegado a la historia, en espera de más. Lo que en principio parecen pequeñas piezas óseas insignificantes, resultan estar conectadas con el nacimiento y la niñez de la inspectora. Además, ella no puede dedicarse de lleno a la investigación, esto debido a su reciente maternidad. El miedo a fallar como madre, más los problemas en la relación con su marido, incrementan la presión sobre Amaia. Ella es llevada indefectiblemente hacia un clímax y un final trepidante que le estremece los nervios a más de un experimentado lector. La Trilogía de Baztán es una serie original de la escritora vasca Dolores Redondo Meira. La autora se inspiró en locaciones de su región de origen para crear su obra consagratoria, la cual gira en torno a misteriosos asesinatos en escenarios sombríos cargados de referencias mitológicas. Su enigmática protagonista, Amaia Salazar, es la agente encargada de resolver los intrincados casos, en donde las apariencias siempre son engañosas. Por cierto, el trabajo de Dolores Redondo ha sido tan bueno que Amaia se encuentra entre las detectives que marcan tendencia actualmente en el mundo. Las reseñas recibidas han sido —en su mayoría— muy positivas; califican la trilogía como un trabajo ejemplar dentro del género de la novela negra, esto debido al detalle de los procedimientos policíacos descritos. Según el diario El Mundo, “el valle del Baztán y su capital, Elizondo, son distintos desde que la donostiarra lanzó su encantamiento en forma de una trilogía literaria iniciada con El guardián invisible y que ha cautivado a más de 700.000 lectores”. No en vano, ya existe un largometraje estrenado en 2017 (dirigido por González Molina) sobre el primer capítulo de la saga y se esperan las respectivas continuaciones. El guardián invisibleLanzado en 2013, es el primer capítulo de la Trilogía de Baztán, el cual engancha a los lectores desde la primera página gracias a sus lugares llenos de misterios y leyendas del Valle del Baztán, en donde transcurren los casos por resolver. Se trata de un enclave singular habitado en la actualidad por personas que aún creen en la existencia de figuras mitológicas. Entre ellos, Basajaun, un personaje protector de los bosques descritos magistralmente por Dolores Redondo.
Algo interesante es que gracias a esta serie de libros, Dolores Redondo logró ubicar a Baztán entre uno de los lugares de España más destacados que aparecen en la literatura. A medida que transcurren los hechos, la autora va introduciendo poco a poco la idea de la factibilidad de sucesos asociados con elementos paranormales. De esta manera, se incrementa la curiosidad y el interés por conocer el desarrollo de los acontecimientos. De entrada, el lector es impactado por el descubrimiento del cadáver desnudo de una adolescente colocada en una posición siniestra en las cercanías del río Baztán. Sin embargo, el crimen parece no estar aislado; un mes antes había ocurrido otro deceso de una chica (aparentemente en casos relacionados). Entonces, entra en acción la inspectora de homicidios Amaia Salazar, quien se hace cargo de las pesquisas a pesar de regresar a su tierra natal (un lugar de donde siempre ha querido alejarse). El conflicto interno de la protagonista es relatado en paralelo con las revelaciones de la complicada investigación. La trama muestra imágenes del pasado turbulento de Amaia, específicamente durante 1989, la época de su niñez. Los traumas infantiles no superados influyen en sus relaciones del presente con su marido James y su familia más cercana, compuesta por sus hermanas Flora y Ros, y su tía Engrasi. Dolores Redondo transmite a la perfección un sentimiento de suspicacia permanente hacia cada personaje nuevo que aparece. Al mismo tiempo, las cualidades paranormales de las hermanas y la tía de Amaia contribuyen de forma significativa a desvelar las interrogantes del caso. Por ello, la tensión y la incertidumbre se mantienen hasta el final. Resulta imposible en este libro no dejar de lado ciertos aspectos autobiográficos presentes en la obra, y es que ningún escritor escapa de ello. Algo sí es seguro, Dolores Redondo vivió una infancia rica en cuentos populares, situación que enriqueció su imaginación y que dio como resultado esta obra de arte. Considerado como uno de los ensayistas más lúcidos del panorama literario español, Eloy Fernández Porta se ha caracterizado siempre por su análisis de la cultura pop, en la que encuentra los senderos mediante los cuales arroja luz sobre nuestra sociedad postmoderna, cargada de simbolismos.
Una de las cuestiones clave de nuestro tiempo es el feminismo, movimiento que vive una nueva ola de activismo y que está presente en la información diaria, con campañas como #MeToo y la salida a la luz de innumerables casos de abusos sexuales en industrias como la del cine. Fernández Porta ha querido seleccionar diez grandes estudios sobre la producción de género para así poder comprender la dimensión actual del movimiento feminista: Sobre Una breve historia de la misoginia, de Anna Caballé, Porta afirma que su importancia debería colocarla como un capítulo de la historia del “pensamiento a secas”, más allá del movimiento feminista. Sobre el papel de los colectivos LGTBI, el ensayista destaca Transfeminismos, de Miriam Solá y Elena Urko. Otra de las obras recomendadas por Fernández Porta es Netianas, de Remedios Zafra, un estudio que aborda lo que significa ser mujer en la era de Internet. Por su parte, Políticas del deseo se centra en el papel de la mirada femenina en el cine y la literatura. En El género en disputa, Patricia Soley-Beltrán y Leticia Sabsay reúnen ensayos de la filósofa Judith Butler que arrojan luz sobre el concepto de performatividad. En la selección de Fernández Porta también tienen cabida contrahistorias del arte como Orden fálico, de Juan Vicente Aliaga, el papel de la pornografía desde la perspectiva de la mujer (Postpornografía, de Marisol Salanova), o la representación de la mujer a través del cómic, con está Wonder woman, de Elisa McCausland. Obras para llegar al fondo de la cuestión feminista y todas sus distintas ramificaciones. Hace poco que el periódico inglés The Guardian ha lanzado una lista con los 100 mejores libros del siglo XXI. Una lista que según comentan no ha sido nada fácil de elaborar debido a la gran cantidad de libros que se publican cada año en el mundo. Cabe aclarar que esta no es una lista definitiva, pero no cabe duda que cada una de las publicaciones vale mucho la pena. Estas son las que han conseguido el top 10. 10. Medio sol amarillo, Chimamanda Ngozi Adichie (2006)Esta novela es una recreación de la historia contemporánea africana. Se trata de la lucha independentista de Nigeria contada a través de la vida de tres personajes afectados por la guerra civil: Ugwu, Olenna y Richard. Es la segunda novela de esta escritora que se reivindica feminista, quien además de haber sido elogiada por Chinua Achebe, obtuvo el Orange Prize for Fiction en 2007. 9. Cloud Atlas: la red invisible, David Mitchell (2004)Seis historias que se entrelazan, ubicadas en espacios y tiempos muy distintos entre ellos, desde el océano Pacífico en 1849 hasta Hawaii en 2321. La narrativa de esta novela va y viene en el tiempo y, conforme avanza, se van descubriendo los lazos que unen a los personajes. Este libro fue adaptado para la pantalla grande en 2012 por las hermanas Wachowski, responsables también de la trilogía Matrix. 8. Autumn, Ali Smith (2016)Esta es la primera novela de una serie de cuatro partes, cada una con el nombre de una estación. En el Reino Unido se le considera la primera novela posterior al Brexit. Ubicada en la Italia del siglo XV y en la Gran Bretaña moderna, Smith busca explorar la percepción subjetiva del tiempo y lo extraordinaria e improbable que es la finitud de la vida. Aún estamos en espera de la traducción al español de esta prometedora serie. 7. Entre el mundo y yo, Ta-Nehisi Coates (2015)Este libro esta escrito como una carta que el autor dirige a su hijo adolescente. En ella se transmite, entre otras cosas, los sentimientos sobre lo que ha significado para Coates ser negro en Estados Unidos. Es una profunda reflexión sobre el racismo y la violencia naturalizada en la cultura estadounidense. Toni Morrison la catalogó como la obra que llena el vació que dejó James Baldwin en la literatura afroamericana. Este relato autobiográfico fue finalista del Premio Pulitzer en la categoría de No Ficción en 2016. 6. El catalejo lavado, Philip Pullman (2000)La última parte de la trilogía His Dark Materials, una exitosa serie de literatura juvenil. Pullman logra hablar de temas complicados para un público relativamente joven: religión, voluntad, totalitarismo y física cuántica. Esta serie tiene una aproximación muy distinta a la visión tradicional de la infancia, pues los personajes principales tienen un gusto muy particular por el conocimiento científico. Es la primera novela infantil en ganar el Whitbread Book of the Year Award, en 2001. 5. Austerlitz, W.G. Sebald (2001)Austerlitz es una novela que trata sobre la búsqueda de la propia identidad. Adoptado por una pareja sin hijos, Jacques Austerlitz va descubriendo su propia historia y cómo él también forma parte de la diáspora judía en la Europa posterior a la Segunda Guerra Mundial. Austerlitz es además la última novela de Sebald, quien murió en un accidente automovilístico en 2001. 4. Nunca me abandones, Kazuo Ishiguro (2005)En una sociedad distópica, un trío de estudiantes de Hailsham, es protagonista de la discusión moral sobre la clonación humana. Hailsham parece una escuela común, sin embargo, esta institución prepara a sus estudiantes para un futuro bastante crudo: ser donadores de órganos de sus pares fuera de Hailsham. Dos preguntas son centrales. ¿Cómo mantienen vivos a los clones una vez que comienzan a donar? ¿Qué tipo de personas tienen acceso a este desarrollado método de la medicina? 3. Secondhand Time, Svetlana Alexievich (2013)A través de la recolección de historias orales, Alexievich retrata la transición del socialismo al capitalismo. Voces de la ex Unión Soviética, como sobrevivientes del Gulag, meseros, médicos, soldados o ex funcionarios del Partido Comunista, son material para explorar la construcción emocional de un individuo nuevo producto del fin de la URSS. 2. Gilead, Marilynne Robinson (2004)Gilead es un pueblo muy pequeño en Iowa, Estados Unidos. El reverendo John Ames escribe una carta para que su ahora pequeño hijo, la lea una vez que el primero muera. En esta carta, John Amos reflexiona sobre la guerra, la pérdida de la fe y el significado de la soledad. Robinson nos muestra la belleza de las pequeñas cosas de la vida cotidiana. 1. En la corte del lobo, Hilary Mantel (2009)Lo que distingue a esta novela, es que Mantel recrea una alternativa a la caracterización de Thomas Cromwell, pues aquí lo presenta como un hombre que procura servir al Rey Enrique en el contexto de la Reforma Protestante. El título de este libro hace alusión al refrán “Homo homini lupus”, «el hombre es el lobo del hombre», motto que adoptó Thomas Hobbes para aludir a aquello de lo que son capaces los seres humanos para mantener un orden monárquico.
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